El Gobierno de la provincia del Neuquén ha implementado el dispositivo «Un lugar para dormir» como respuesta al frío extremo en la Patagonia, convirtiéndolo en una política de inclusión social y laboral. Inicialmente concebido para ofrecer resguardo nocturno a personas en situación de calle, el dispositivo ha evolucionado para proporcionar talleres de orientación e inducción al empleo. Actualmente, más de 40 personas participan en espacios de formación, con algunas ya integradas laboralmente en construcción, gastronomía y comercio.
El ministro de Trabajo y Desarrollo Laboral, Lucas Castelli, destacó la importancia de este dispositivo no solo como refugio, sino como plataforma de oportunidades laborales. «El frío nos obligó a actuar rápido, pero también nos empujó a ir más allá», afirmó. A través de este programa, se ha logrado que varios participantes confeccionen su currículum y accedan a entrevistas laborales, devolviéndoles la dignidad y el impulso para avanzar.
El abordaje integral del dispositivo incluye salud mental, adicciones y empleo, en colaboración con organismos como el SIEN y la secretaría de Emergencias y Gestión de Riesgos. Castelli enfatizó que muchas de las personas beneficiadas tienen formación y oficios, pero necesitan un acompañamiento serio para superar adicciones o problemas de salud mental. Este enfoque integral es crucial para brindar no solo oportunidades laborales, sino también un apoyo sostenido.
Programas como Emplea Neuquén y Trayecto Puente han sido esenciales, permitiendo la incorporación de personas en empresas como TSB y Fiorasi Sapac. Próximamente, se iniciarán capacitaciones en construcción y metalmecánica, específicamente para aquellos alojados en el dispositivo. Además, cerca del 30% de los beneficiarios provienen de otras provincias, y el gobierno está dispuesto a facilitar su regreso si así lo desean. «Estamos contentos de haber comenzado con un operativo para proteger del frío y ahora estar acompañando trayectorias laborales y de vida», concluyó Castelli.