El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, ha firmado el decreto N°1303, declarando la emergencia hídrica y agropecuaria en respuesta a la persistente sequía que afecta a la provincia. Esta medida, anunciada previamente en un encuentro con productores, busca mitigar los efectos adversos de la escasa disponibilidad de agua, especialmente en el sector ganadero. El decreto establece un «Estado de Emergencia Hídrica, Social y Productiva» por 180 días, cubriendo todo el territorio provincial debido al estrés hídrico en las cuencas hidrográficas.
Además, se decretó la «Emergencia Agraria y/o Desastre Agrario» por sequía, aplicable a toda la provincia excepto en los valles irrigados de Añelo y Confluencia. Este estado de emergencia agraria se extenderá inicialmente por 18 meses desde enero pasado, con posibilidad de prórroga por seis meses. El decreto también aclara que los productores deberán poseer un certificado de emergencia para acceder a los beneficios, basándose en la afectación de su capacidad productiva, según la Ley 3117 y su reglamento.
Entre los beneficios ofrecidos, se incluyen la exención del impuesto Inmobiliario y del impuesto de Sellos para contratos de arrendamiento rural de explotaciones en emergencia. Asimismo, se suspenden las ejecuciones fiscales para el cobro de impuestos provinciales adeudados por estas explotaciones. Estas medidas buscan aliviar la carga financiera de los productores afectados y facilitar su recuperación.
El gobierno ha creado un «Comité de Emergencia Hídrica, Social y Productiva» para coordinar las acciones necesarias. Este comité, integrado por varios ministros y la Jefatura de Gabinete, establecerá las prioridades y supervisará la implementación de las medidas de emergencia, asegurando que los recursos necesarios se adquieran y se utilicen de manera efectiva. El gasto relacionado con esta emergencia se imputará a las partidas del Presupuesto General Vigente.