El presidente Javier Milei emprenderá este sábado un nuevo viaje a Estados Unidos, donde participará por primera vez en el Debate General de la 79ª Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York. Lo que ha generado revuelo no es solo la importancia de este foro internacional, sino el elevado costo y la magnitud de la delegación que lo acompaña en medio de la complicada situación económica que atraviesa el país.
Milei viajará en un avión privado, ya que el avión presidencial está en mantenimiento. Este detalle no ha pasado desapercibido: mientras el gobierno llama a la austeridad, el mandatario opta por medios más costosos. La delegación que lo acompaña incluye al ministro de Economía, Luis Caputo; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; su hermana y secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; y la canciller, Diana Mondino. A este grupo podría sumarse también el titular del Banco Central, Santiago Bausili. Todo ello, en medio de una fuerte crisis económica y social que obliga a preguntarse si este tipo de viajes y acompañamientos resultan verdaderamente necesarios.
El presidente tiene previsto un encuentro con periodistas del New York Times el domingo, un almuerzo privado el lunes en la Bolsa de Valores de Nueva York, y su tradicional foto tocando la campana que da inicio a las operaciones bursátiles. Aunque estas actividades son presentadas como estratégicas, las implicaciones prácticas para la Argentina parecen estar en duda, especialmente considerando que no se esperan anuncios concretos o acuerdos relevantes.
Además, en su agenda destaca una nueva reunión con Elon Musk, CEO de Tesla, con quien Milei ya se ha reunido en dos ocasiones previas. Mientras el país enfrenta problemas estructurales, el presidente parece concentrado en fortalecer relaciones personales en vez de lograr avances económicos para el país.
Otro punto llamativo será su discurso ante la Asamblea General de la ONU, donde se espera que el presidente critique la Agenda 2030, las políticas de cambio climático y las de igualdad de género, reforzando su discurso libertario y alineado con sectores contrarios a estas iniciativas globales. Sin embargo, su postura genera interrogantes sobre los beneficios reales para Argentina, un país que necesita urgentemente inversión y cooperación internacional, en lugar de conflictos ideológicos.
En su itinerario, Milei también se reunirá con el vicepresidente de Política Global de Google, Karan Bhatia, y cerrará su viaje con una serie de reuniones diplomáticas con líderes como Daniel Noboa, presidente de Ecuador, y Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. Estos encuentros, sin embargo, se presentan sin una clara estrategia o explicación sobre los beneficios concretos que estas reuniones traerán para los argentinos.
Mientras tanto, la delegación volverá a Argentina el miércoles, en medio de críticas por los gastos innecesarios y la falta de resultados tangibles para el país.