En apenas 3 meses, por la devaluación y el salto del valor de la canasta básica, se agregaron 3,6 millones de nuevos pobres, fundamentalmente provenientes de la clase media profesional y asalariada. La pobreza subió del 38,5% en el tercer trimestre del año pasado, al 46,3% en el cuarto trimestre de 2023. Un aumento de 7,8 puntos.
La inflación de enero fue del 20,6%, pero en las regiones o provincias más pobres la suba promedio de los precios fue superior. Por ejemplo, en Tucumán la inflación fue del 24,1% según la Dirección de Estadística de esa Provincia. En diciembre, había arrojado un 24,5%.
Con estos valores, la pobreza del segundo semestre de 2023, que se ubicó en 42,7%, superaría el 40,2% que se registró en la segunda mitad de 2023 y al 39,2% de la segunda mitad de 2022.
Los datos del INDEC marcan que la canasta de pobreza aumentó en el cuarto trimestre de 2023 un 72,9%, con un pico del 27% en diciembre, tras la devaluación del peso. Durante todo 2023, el aumento de la línea de pobreza fue del 225,1% versus una inflación promedio del 211,4%.
En enero, la canasta de pobreza para una persona adulta fue de $ 193.146 y para una familia tipo de $ 596.823, sin considerar el alquiler.
En tanto, en el cuarto trimestre de 2023 los salarios formales e informales en promedio aumentaron el 28,7% y un 152,7% durante todo el año pasado, en ambos casos muy por debajo de la inflación promedio y del aumento de la línea de pobreza.
En 2023, con el salto inflacionario de diciembre, los jubilados y pensionados tuvieron una pérdida de entre 14,2% -en el caso de los que percibieron el bono para los haberes mínimos- y el 32,3% para los haberes medios y más altos. Y en enero y febrero 2024 percibieron lo mismo que en diciembre, con una inflación en esos 2 meses del 45%.
Se estima que la pobreza infantil (menores de 14 años) que en el tercer trimestre fue del 54,8%, habría superado el 60% en los últimos tres meses del año pasado.