La empresa Salmon Trout S.A. está impulsando una notable expansión en la exportación de trucha arcoíris desde el embalse Alicurá, ubicado en el río Limay y compartido por las provincias de Neuquén y Río Negro. Con la reciente apertura de mercados en Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, la firma ha dado un paso importante hacia la internacionalización de sus productos, destacándose por su producción sostenible y libre de antibióticos. La compañía, que produce anualmente unas 3.600 toneladas de trucha, se ha asociado con expertos en genética para asegurar la calidad de sus ovas, posicionándose como un referente en la acuicultura de la región.
La colaboración entre provincias, empresas privadas y organismos como el Senasa, ha sido clave para superar las barreras administrativas y regulatorias que anteriormente limitaban el potencial exportador. Esta sinergia ha permitido que Salmon Trout y otras firmas del sector avancen en la apertura de mercados internacionales, lo que representa un incentivo significativo para los productores patagónicos de salmónidos. El enfoque en una acuicultura diferenciada, que evita el uso de antibióticos, ha sido central para competir con otras regiones, como Chile, que dominan el mercado pero con prácticas menos sostenibles.
A pesar de estos avances, la empresa se enfrenta a desafíos en el mercado interno, donde el consumo de salmónidos es relativamente bajo. Con una producción que supera la demanda local, la exportación se presenta como la principal vía para aprovechar al máximo sus capacidades. No obstante, el director de la empresa, Roberto Barresi, subraya que la calidad de las aguas y el enfoque sostenible en la producción son ventajas competitivas que podrían abrir nuevas oportunidades, especialmente si se logran desarrollar canales de exportación directa, como el recientemente habilitado en el depósito fiscal de Centenario.