La investigación por la desaparición de Luciana Muñoz dio un giro significativo con la detención de su expareja, a quien la Fiscalía ha formulado cargos por haber mentido en su testimonio durante el proceso. El fiscal Andrés Azar, responsable de la causa, explicó que la detención se llevó a cabo tras detectar inconsistencias en las declaraciones del imputado, contrastadas con otros testimonios y pruebas recolectadas.
“El imputado falseó la verdad al responder a las preguntas, algo que quedó en evidencia cuando comparamos su versión con otros relatos que coincidían en puntos clave”, explicó el fiscal Azar en declaraciones a la prensa. La expareja de Luciana, cuya identidad permanece reservada, había asegurado no haber tenido contacto con la joven desde junio, sin embargo, varios testigos han declarado que estuvo con ella el fin de semana de su desaparición. “Estas contradicciones, junto con la información extraída de su teléfono celular, fortalecen las sospechas en su contra”, añadió Azar.
Aunque la Fiscalía había solicitado la prisión preventiva del acusado, el tribunal decidió otorgarle prisión domiciliaria mientras continúa la investigación. “No estamos conformes con la domiciliaria, habíamos pedido la preventiva”, remarcó el fiscal, y adelantó que se ha solicitado una revisión de esta decisión.
La investigación sigue abierta a todas las hipótesis, incluyendo la de un posible femicidio. Azar subrayó que “no se descarta nada” y anticipó que es probable que en los próximos días se lleven a cabo nuevos allanamientos en busca de más evidencias.
Este avance en la causa mantiene la esperanza de esclarecer pronto el paradero de Luciana Muñoz y lograr justicia. “Con esta nueva información, confiamos en que la búsqueda pueda orientarse hacia una dirección más concreta”, concluyó el fiscal.