El Gobierno ha dado luz verde a un plan que incrementará las tarifas de gas a partir de marzo, intensificando las preocupaciones sobre el ya elevado costo de vida.
Según la reciente validación de la audiencia pública, este ajuste forma parte de una política de reducción de subsidios que, si bien intenta no afectar la inflación de febrero, plantea un escenario desafiante para los próximos meses.
Los usuarios deberán prepararse para enfrentar aumentos que podrían traducirse en subas de hasta un 700% para los sectores de mayores ingresos, poniendo en evidencia la compleja dinámica entre la necesidad fiscal y el bienestar económico de la población.