El Senado protagonizó una dura derrota para el presidente Javier Milei y su oficialismo libertario al rechazar el mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que buscaba desregular la economía. La medida recibió 42 votos a favor, 25 en contra y cuatro abstenciones, lo que desencadenó una tensión política no solo en el Congreso, sino también entre el mandatario y la titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel.
La decisión, que contó con el apoyo del Frente de Todos y varios sectores de la oposición anti kirchnerista, marca un hito en la relación entre las fuerzas políticas y anticipa un próximo debate en la Cámara de Diputados. Allí se definirá el futuro del controvertido DNU, que, a pesar del rechazo en el Senado, sigue vigente y podría convertirse en la primera norma desactivada por ambas cámaras del Congreso.
El debate en el Senado estuvo marcado por una medida para postergar el análisis del DNU, propuesta por el jefe de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche, que no logró éxito. La votación final contó con la participación clave del kirchnerismo, peronistas disidentes y radicales, cuyas decisiones marcaron el destino del decreto de Milei.
Ahora, la atención se centra en la Cámara de Diputados, donde se espera un debate con una base de al menos 110 votos a favor del rechazo al mega DNU. Mientras tanto, el oficialismo busca extender la discusión a través de la bicameral de Trámite Legislativo, aunque enfrenta el desafío de responder a la exigencia de la oposición de convocar a funcionarios clave, como el jefe de Gabinete Nicolás Posse y el ministro de Economía Luis Caputo.
Mientras se desarrolla este escenario político, el Senado también abordó otros temas importantes, como la aprobación de convenios internacionales y la sanción de una ley relacionada con la prevención y represión del lavado de activos, la financiación del terrorismo y el financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva, en un contexto marcado por la visita del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).