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En una emotiva ceremonia en el Cementerio Central de Neuquén, más de 300 personas se reunieron para despedir a Lolín Rigoni, la última de las Madres de Plaza de Mayo de la región. A sus 100 años, Rigoni dejó un legado de 48 años de lucha por la memoria, la verdad y la justicia, uniendo generaciones en una causa común. Familiares, militantes y organizaciones de derechos humanos recordaron su compromiso incansable y su ternura, símbolos de resistencia frente a la dictadura en Argentina.
Durante la despedida, el canto de “Como la cigarra” resonó entre los asistentes, evocando la resiliencia que Rigoni representó a lo largo de su vida. La ceremonia, encabezada por el Grupo de Apoyo a las Madres y su familia, culminó con una convocatoria a continuar su legado en la próxima marcha el 21 de agosto. La nieta de Lolín, Florencia, expresó el deseo de ser «brotecitos» de su abuela, destacando su extraordinaria influencia y la fortaleza con que enfrentó la pérdida de su hijo, Roberto Daniel Rigoni, durante la dictadura.
Lolín Rigoni no solo fue una figura clave en la búsqueda de justicia para los desaparecidos, sino también una mujer solidaria, voluntaria del hospital Castro Rendón durante 20 años. Su compromiso la llevó a participar en marchas, apoyar a familias de víctimas y asistir a juicios por crímenes de lesa humanidad. Sara Mansilla, ex presidenta de la APDH, resaltó su generosidad y valentía, afirmando que su ejemplo de vida es un legado que perdurará.
Integrantes del Grupo de Apoyo a Madres recordaron a Rigoni como un símbolo de unidad y alegría en la lucha. Su sensibilidad y empatía dejaron una huella imborrable en quienes la conocieron, como demuestran las anécdotas compartidas por amigos y compañeros. Desde los gestos simples de regalar caramelos a los niños, hasta su apoyo en la recuperación de fábricas como Zanon, su vida fue un testimonio de amor y compromiso con la comunidad.
La despedida de Lolín Rigoni es un recordatorio del impacto profundo que una persona puede tener en la lucha por los derechos humanos. Su legado continuará inspirando a las generaciones futuras a mantener viva la memoria y a seguir luchando con alegría y determinación.
