La diputada provincial Julieta Ocampo, referente del Frente de Izquierda, denunció el intento de YPF de ingresar con maquinaria al lago Mari Menuco como parte de un plan de perforación de más de 500 pozos en la zona.
Según la legisladora, el episodio es “una muestra de la política de saqueo” que, aseguró, “impulsa el gobierno de Rolando Figueroa en sintonía con el de Javier Milei”.
“La comunidad Kaxipayin le cerró el paso a las máquinas y defendió el agua, que es un bien común. Nosotros acompañamos esa resistencia porque no se puede seguir entregando el territorio a las petroleras”, afirmó Ocampo.
Denuncia por contaminación y falta de control
Ocampo advirtió que la expansión del fracking “deja pasivos ambientales, destruye napas de agua y provoca sismos en las zonas de perforación”.
“La provincia se endeuda, el ambiente se contamina y las ganancias quedan en manos de las empresas. Es un modelo que hipoteca el futuro”, expresó.
La diputada señaló además que el avance sobre el Mari Menuco se da “sin consulta previa ni estudios ambientales serios”, lo que representa —dijo— una violación a los derechos de las comunidades originarias.
“El agua está en peligro por la ambición de las petroleras y la complicidad del Estado. No hay licencia social para este tipo de proyectos”, subrayó.
Críticas al RIGI y al rol del gobierno provincial
Ocampo también apuntó contra el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) que impulsa el gobierno nacional y que Figueroa replicó en la provincia.
“El RIGI neuquino profundiza el saqueo: exenciones impositivas para las empresas y contaminación para el pueblo. Figueroa repite el discurso de Milei, pero con sello provincial”, cuestionó.
La diputada remarcó que su espacio político seguirá acompañando a las comunidades que resisten el fracking. “Neuquén necesita un modelo productivo que cuide el agua, fomente el empleo local y respete la vida. Hoy tenemos lo contrario”, dijo.
Una consigna que crece: “Salvemos el Mari Menuco”
Ocampo respaldó además la campaña “Salvemos el Mari Menuco”, que agrupa a organizaciones sociales y ambientales de la región.
“Es una lucha titánica que no se limita a un lago, sino a todo un modo de vida. El agua no se negocia, se defiende”, afirmó.
La diputada concluyó: “Sin agua no hay posibilidad de diversificación productiva, ni agricultura, ni turismo, ni vida. Lo que está en juego no es una obra petrolera: es el futuro de Neuquén.”