María Josefa Bonazza, de 79 años, logró superar una descompensación sufrida tras el derrumbe del Hotel Dubrovnik en Villa Gesell, donde perdió a su esposo, Federico César Ciocchini, de 84 años. La mujer salió de terapia intensiva y continuará bajo observación médica en el área de clínica médica.
Un testimonio conmovedor
María Josefa, conocida como «Pelusa», narró los dramáticos momentos vividos cuando el edificio se desplomó sobre el departamento en el que la pareja disfrutaba unos días de descanso. Entre escombros y tragedia, recordó sus últimas palabras a Federico:
«Tesoro, fue un derrumbe, ya nos van a venir a rescatar».
Una historia de amor y fortaleza
Tras 48 años de matrimonio, Pelusa expresó consuelo al saber que su esposo no sufrió, destacando que lograron construir una vida plena juntos.
El derrumbe, que conmocionó a la comunidad, sigue bajo investigación para determinar las causas que llevaron al colapso del edificio.