Un fallo de primera instancia ordenó que el chimpancé Toti, alojado en el zoológico Bubalcó de Guerrico, sea trasladado “a un centro y/o santuario para Grandes Primates”.
La defensa pública rionegrina trabajó en este caso en el que, por primera vez, asistió al chimpacé “Toti”, para que no se vulneren sus derechos.
“Recibimos un correo electrónico de la Asociación Afada describiendo la situación. Ante la noticia de este caso, consideramos que Toti es un “sujeto de derecho no humano”, debido a que no tiene capacidad para expresarse y que requiere de un Defensor Oficial, conforme las incumbencias del artículo 22 de la Ley Provincial del Ministerio Público N° 4199”, explicaron desde la Defensoría de Pobres y Ausentes N°10 de Roca.
“Lo novedoso es que se trata de una acción de vanguardia, se recepta el pedido y se asume una defensa activa sorteando los obstáculos convencionales y otros que constituyeron nuevos desafíos, esta vez representando a un sujeto no humano, un ser sintiente, como dicta la definición. También adquirió relevancia que este animal pertenece a una especie en peligro de extensión”, explicó la defensora civil.
El trabajo de la Defensa Pública continuará interviniendo hasta tanto se cumpla el traslado del chimpancé a un lugar adecuado para su bienestar.
Sobre el estado de salud físico de Toti dijo que su peso, mucosas, dentadura y sus movimientos articulares son correctos para un animal en cautiverio.
En cuanto a los sentidos, concluyó que “percibe estímulos” aunque a veces presenta “desconexión o apatía”, que “puede deberse a una inhibición patológica del comportamiento compatible con ansiedad permanente”.
Sobre el comportamiento, afirmó que “con la gente desconocida puede evidenciar temor”. “El domingo en tres ocasiones se enojó, corrió de costado con la mano llena de tierra y la aventó hacia el público”. “La presencia de ruidos y gritos de niños lo alteran”, aunque “la mayoría de las veces ignora al público”, describió.